24 de Julio de 2011
[/title][one_full last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» hover_type=»none» link=»» border_position=»all» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ animation_offset=»» class=»» id=»»]258 páginas conforman la última novela de Leonor Bravo, ‘El canto de fuego’. Con ella, la escritora quiteña se mueve dentro del género épico sin dejar de lado su clásica narrativa infantil. A momentos lineal, a momentos cíclica, la historia de Bravo es una novela épica que de cierta manera rompe la oralidad típica de este género ya que en su narración recurre a medios escritos para describir la sapiencia de los personajes. Es así que la magia que llega a esconder la selva, en cuyos recovecos se esconden poetas y sabios, comparte su escenario con grandes empresas de minería y bibliotecas llenas de escritos ancestrales. En ‘Canto de fuego’, Bravo narra las vivencias de un dragón llamado Azul Irtzsamma y su historia muy particular. Nacido en el seno de una respetable familia, cuya madre provenía de los círculos más ortodoxos de la dragonería y cuyo padre era un destacado proveedor de rocas de sal (elemento indispensable en la primera fase de la vida de los dragones), Azul era un dragón demasiado particular.
Desde el color de su piel hasta el tiempo que tomó el desarrollo de sus habilidades, este dragón era distinto a los demás que conforman su especie. El ser diferente a los demás es lo que lleva a Azul a desarrollar una mente con una profundidad tal que lo introduce en un mundo de hadas, unicornios y otros seres a los cuales los dragones solían despreciar por ser “inferiores” a ellos. Su amistad con los diferentes, su profunda capacidad de reflexión y el hecho de poseer un aspecto distinto son los elementos que forman a un dragón alejado de los suyos y hasta extravagante en sus gustos. Pero la gran batalla que debe lidiar es una tan difícil para él, como para su especie: se trata de entregar el “fuego sagrado” a unos seres que comienzan a emerger, los humanos. Con esta obra, Bravo se adentra en un género que atrae lectores.
Leonor Bravo Velásquez ha publicado una veintena de libros para pequeños y jóvenes lectores. Coordina el maratón del cuento y es presidenta de la asociación Girandula.
Esta noticia ha sido publicada originalmente por diario El Comercio bajo la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/tendencias/cultura/historia-epica-de-leonor-bravo.html