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Escritora

Nació el 8 de enero de 1953. Estudió artes plásticas e ilustración. De 1983 al año 2000 colaboró como ilustradora y diseñadora gráfica con las principales instituciones, organizaciones y ONGs vinculadas a las mujeres, la ecología, al área social y cultural del país. De 1975 a 1990 dirigió el taller de títeres del Grupo Cultural Ollantay de Quito. De 1990 al año 2000 colaboró como consultora de las principales instituciones del Ecuador relacionadas con la infancia como UNICEF, Instituto Nacional de la Niñez y la Familia, INNFA, Programa Nuestros Niños, etc.

Fue presidenta de la Asociación Ecuatoriana para la Educación y la Literatura, Mundo-Lectura.

En 2004 funda, junto a otros escritores, la sección ecuatoriana del IBBY (International Board on Books for Young People), Asociación Ecuatoriana de libro Infantil y Juvenil, Girándula, de la cual es presidenta desde el año 2004 al año 2012. Desde el año 2005 dedica gran parte de su tiempo a organizar eventos de promoción de la lectura y la literatura en el Ecuador, como el Proyecto «Maratón del Cuento, Ecuador un país que lee», con siete ediciones en la ciudad de Quito y cuatro en la ciudad de Cuenca. Entre sus libros destacan Tsakela, el tigre de la oscuridad (Premio Consejo Provincial de Pichincha 2005), La biblioteca secreta de La Escondida (Premio de Novela Darío Guevara 2004, obra elegida para formar parte de la lista de honor del IBBY).

El amor por la literatura y los niños 

En la casa de Leonor Bravo,  escritora prolífica que ya ha publicado 30 libros infantiles y juveniles, la neblina y la lluvia envuelven el sector de la González Suárez. Tuvo una familia grande y es la mayor de siete hermanos, la mayoría de ellos artistas. Su madre amaba el arte y crió a sus hijos en un entorno creador.

“Vivo aquí desde que era pequeña, esta es nuestra casa familiar; vine cuando estaba en tercer grado, ya había el Hotel Quito pero la González Suárez no existía, pues era prohibido construir ya que por allí pasa una falla geológica muy importante, pero luego se levantaron las prohibiciones”, manifiesta.

Ella es la presidenta de Girándula, la Asociación Ecuatoriana del Libro Infantil y Juvenil que organiza, ya por siete años, el maratón Quito una ciudad que lee, y también se lo hace en Cuenca y Guayaquil; este año realizarán un seminario internacional denominado Aspectos clave para la producción de libros para niños y jóvenes. El maratón de cuento dura dos días y allí leen los autores de literatura infantil y personajes muy conocidos, entre ellos Lenin Moreno, para motivar la lectura entre los niños.

“A los niños hay que leerles desde que nacen, incluso antes, desde el vientre materno; no hay que entregarles los libros, sino leerles en voz alta, tanto los padres como los maestros. Yo recomiendo que a los niños recién nacidos se les lea poesía porque la poesía tiene musicalidad y entonces el niño se acostumbra al sonido de la palabra literaria que es diferente del sonido de la palabra hablada cotidianamente”, afirma la escritora.

Leonor ha escrito cuentos para adultos y jóvenes y se encuentra trabajando en una antología de cuentos absurdos, que son los relatos que tienen que ver con el surrealismo, con la falta de lógica, con el humor. Ella también compone canciones de cuna y tiene un libro de adivinanzas para los más pequeños.

Le gusta la música, pero ha estado más ligada a la pintura y la escritura. Quiso ser pintora, luego fue titiritera y ahora se dedica a la literatura. Dos de sus libros forman parte de la LIBI, la lista más importante de literatura infantil del mundo. El mejor premio para ella es tener muchos lectores, que los niños reconozcan su trabajo.

Posee un amor muy grande y un compromiso fuerte con la tierra y dice que “los seres humanos somos los únicos que dañamos nuestra casa, nos destruimos a nosotros mismos”. Para ella las guerras son la estupidez más grande.

Cree que en el país se ha dado muy poca importancia a la lectura.  “La escuela no está formando lectores y por lo tanto no forma escritores. No hay una relación profunda con el conocimiento, no hay conocimiento académico posible sin la lectura y la mejor puerta a la lectura es la literatura.

Hay que comenzar con los niños desde pequeñitos pero se puede comenzar a cualquier edad.

Antes, la lectura era para una élite, ahora hay mayor acceso para los niños y jóvenes.  Es necesaria la lectura.  Leer es construir significados y a través de ellos construir nuestra propia vida. La literatura engrandece nuestro mundo personal, nos permite entendernos a nosotros mismos y a los demás”, puntualiza.

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Pichincha Universal bajo la siguiente dirección: http://www.pichinchauniversal.com.ec/index.php/desayunando-con-el-personaje/item/14909-leonor-bravo